IENE lo de Trump un olor tan porno, que poco le queda ya por desvestirse una vez conocidos por el New York Times sus fiascos a Hacienda. Si le conocíamos hasta ahora por ese presidente volátil, frívolo, vulgar, y con ciertas patologías mentales como la necesidad de admiración o los deseos de grandeza, que le acusen de agarrado ha de ser el menor de sus problemas. Evadió impuestos durante años a base del viejo truco de engordar sus pérdidas sin disimular sus extremos de lujo hortera, torres de cristal y mucho maquillaje. America first. Una política proteccionista, de seguridad para los americanos, basada en la pura retórica de proteger la patria, el pueblo y la forma de vida estadounidense trabajando por una prosperidad que solo hacía mella en sus bolsillos, griferías de oro y cóctel de gambas. Un festival de desaires para esos compatriotas que si bien han disimulado como pueden sus vergüenzas ante semejante estofa asumiendo que el 45 presidente de los Estados Unidos hacia más ruido que asustaba, ha llegado la hora de que a esos mismos conciudadanos les toquen el bolsillo para ejercer con entusiasmo mandarlo de una vez a su casa. Trump asegura que todo es un 'fake" en las horas previas al primer debate presidencial en Ohio frente a Joe Biden. El presidente pide un test antidrogas para su oponente demócrata pero sus finanzas iban dopadas durante décadas a lomos del pueblo americano y su grandeza. Hip.

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