CADA año se contabilizan en Euskadi, 3.500 divorcios, docena arriba, docena abajo, y el 28% de todas las demandas de separación se presentan en los juzgados en este mes que acaba. ¿Cuál es el motivo por el que desea divorciarse? Llevamos juntos diez años y me trata como si fuese un perro. ¿Su esposa le maltrata? No, ¡quiere que le sea fiel! El chiste, además de machista, tiene fácil reproducción en la fecha top de los divorcios dado que un tercio de las rupturas se produce antes del décimo aniversario. La mayoría de los matrimonios se pasa el año en piloto automático, cargados de obligaciones, y cuando llega el verano y han puesto todas sus expectativas en la otra mitad, estas van y se desinflan como un globo. Otra frase hecha: son muchísimas las parejas que adelgazan de golpe sin hacer dieta porque se quitan de encima muchos kilos de grasa, los de su cónyuge. Proyectan sobre el otro o la otra sus deseos e ilusiones y se dan cuenta de que por el camino, además de gastar el amor, han gastado la paciencia y la convivencia. Y, de esta manera, el relato común (como se dice ahora) de la relación empieza a dividirse en dos versiones irreconciliables. Porque si convivir con uno mismo ya es complicado, toda pareja que haya cohabitado más de una semana puede contribuir a que el negocio del desamor haga su agosto en septiembre.

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