COMO no piensa y solo tuitea, Donald Trump ha aprovechado el vórtice polar que ha azotado Estados Unidos esta semana (y de refilón nos va a dejar temblando), para reírse del cambio climático: “En el maravilloso medio oeste, las temperaturas están alcanzando cuarenta grados bajo cero. La gente no puede estar fuera ni siquiera unos minutos. ¿Qué demonios está pasando con el calentamiento global? Por favor, vuelve pronto, ¡te necesitamos!”. Estados Unidos se congela y él se parte de la risa. No tienen un presidente, tienen un bufón prepotente. Michigan, Indiana, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Illinois, Ohio, Minesota, Wisconsin o Nebraska sufren la masa de aire ártico más fría que se recuerda pero, para él, el cambio climático es un cuento chino. Porque en su miopía ignorante, Trump cree que si la lluvia ácida se concentra en los polos y se une con el deshielo de los casquetes polares obtendremos miles de litros de granizado de limón. Pero el calentamiento globlal no tiene ni gota de gracia. TitiriTrump es un charlatán de nuestro tiempo que toma decisiones en contra de la comunidad científica mientras escucha solo a los lobbys energéticos. Un tipo pelirrojo que tiene muchas ideas raras flotando entre el pelo y el cerebelo, y solo dos neuronas; una para no mearse encima y otra para creer que el cambio climático implica solo calor. ¡Claro! ¡Cómo él ya trae el cerebro derretido de serie!

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