Síguenos en redes sociales:

En confianza

Javier Vizcaíno

¿Qué reconoce Kubati?

Como titular, es resultón: “Kubati reconoce que los ‘Ongi etorris’ eran humillantes para la dignidad de las víctimas”. Muy pronto, la letra pequeña pone las cosas en su sitio. No es que Antton López Ruiz, autor de 13 asesinatos, incluyendo el de Yoyes, y sus compañeros de banquillo en la Audiencia Nacional hayan visto la luz. Ni que hayan tenido un acceso de humanidad. Simplemente, han dicho lo que tenían que decir para evitar entrar en la cárcel por haber organizado, según consta en el sumario, 120 homenajes a individuos e individuas que se habían llevado por delante un buen montón de vidas. Se ha tratado, sin más y sin menos, de un pacto con la fiscalía y las acusaciones, uno de esos artefactos tan legales como carentes de la más mínima ética en demasiadas ocasiones. En este caso, a cambio de decir con la boca pequeña lo que realmente no se piensa y de admitir que se ha delinquido, las condenas se reducen lo justo como para que se eluda el ingreso en prisión. Y ya está. No hay más noticia que esa: unos tipos muy duros bajan la testuz ante la Justicia española y se avienen a reconocer, no ya solo lo de la humillación a unas víctimas que les importan un bledo, sino además que los actos que se pretendían de justo agasajo a los héroes del pueblo eran acciones constitutivas de delito. Librarse del trullo bien vale una misa. O sea, un paripé. Si me resultan de una candidez estratosférica los aleluyas de quienes creen que hemos asistido a algo parecido a una reflexión autocrítica, la versión del entorno de los juzgados, condenados y no encarcelados se me antoja directamente una tomadura de pelo. Después de calificar la causa como “anacrónica”, como si no estuviéramos hablando de cosas que ocurrieron apenas ayer por mucha prisa que haya por olvidarlas, Sortu, matriz y matraz mayor de EH Bildu, afirma que Kubati y los otros procesados “han apostado por blindar el proceso de resolución de las consecuencias del conflicto”. Lo que han hecho es blindarse a sí mismos.