UY señora mía: escojo la fórmula clásica, casi carpetovetónica, de los saludos epistolares porque no se me ocurría ningún encabeza-do mejor. Del mismo modo, he optado por ilustrar estas letras con una imagen suya de aquellos tiempos (año arriba o abajo) en que tuvieron lugar los hechos por los que Compromís quería que compareciera en el Senado para explicar “ciertas cosillas” de la relación supuestamente estrecha que mantuvo con el rey emérito. Finalmente, creo que con buen criterio, se ha decidido que no tenga que pasar por ese trago. Algún día nos enteraremos de lo que hubo. Mientras, me quedo con su frase lapidaria sobre su relación con el entonces jefe del Estado español: “Solo he dado cariño a alguien que lo necesitaba”. Nada que añadir.