Como no podía ser de otro modo, la diestra mediática despide a su nada querida Adriana Lastra con indisimulada alegría y, cómo no, juegos de palabras más bien toscos. “Sánchez suelta el lastre de Lastra”, titula su pieza el subdirector de El Debate, Luis Ventoso. El párrafo final es un retrato no de la ya exvicesercretaria general del PSOE sino del autor de la andanada: “Esperemos que Adriana muestre la sensatez de volver a la panadería familiar, porque en política demostró que tenía encima una buena empanada y cada vez que hablaba subía el pan”.

En Vozpópuli, es Alberto Pérez Giménez el que tira de titulo que pretende ser creativo, y como ya es visto, es más bien trillado: “Sánchez suelta Lastra (o el lastre de Adriana)”. En la letra pequeña, la dimitida tiene un papel secundario. El protagonista es el número uno del PSOE: “Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Sin que le tiemble el pulso, como hizo en julio del año pasado, ha soltado lastre, en este caso Lastra, y ha encontrado la cabeza de turco perfecta a la que colgar el fracaso histórico de las elecciones andaluzas. Y, de paso, ha vuelto a mandar un mensaje con la dimisión –envuelta en un embarazo de alto riesgo- a los que no están convencidos de militar en el Partido Sanchista Obrero Español, antes PSOE”.

También en el digital de Jesús Cacho, Jorge Vilches se adorna: “Sánchez la ha despedido con un tuit, como esas malas parejas que te dejan por whatsapp. Qué poco estilo e inteligencia. Qué oportunidad perdida para salir con ella del brazo, contar que tiene un embarazo de riesgo, y que la deja marchar”.

"El feminismo socialista y podemita de la propia Lastra tiende a ordenarle a otras mujeres cómo deben comportarse con relación a la maternidad y la conciliación familiar"

Julián Quirós

Ya han visto que ha quedado apuntado el asunto del embarazo de alto riesgo como motivo para el abandono del cargo. El asunto está resultando bien jugoso para los amanuenses. Aquí tienen, por ejemplo, la andanada del director de ABC, Julián Quirós: “Lo que ocurre es que el feminismo socialista y podemita de la propia Lastra tiende a ordenarle a otras mujeres cómo deben comportarse con relación a la maternidad y la conciliación familiar (y ¡ay! de aquéllas que osan saltarse la norma). La vicesecretaria general socialista, pues, tiene derecho a abandonar su cargo pero no está obligada a hacerlo”.

“El cese de Adriana Lastra como vicesecretaria general del PSOE ha causado toda clase de reacciones femeninas, feministas y sobre el feminismo"

Pablo Planas

Con enorme regocijo, Pablo Planas (Libertad Digital) se tira de cabeza a piscina de barro: “El cese de Adriana Lastra como vicesecretaria general del PSOE ha causado toda clase de reacciones femeninas, feministas y sobre el feminismo. Lastra dice que lo deja porque está incursa en un embarazo de alto riesgo. Es una razón incontestable para abandonar un cargo que requiere de una notoria capacidad para excretar bilis y planear y ejecutar decisiones incompatibles con el buen curso de una gestación saludable”.

El editorialista de El Español entra con todo a la cuestión: “Ferraz va a tener que cargar el oprobio (y la afrenta para las feministas) que supone esta tomadura de pelo, en la que la justificación esgrimida para la renuncia de Lastra es la del embarazo peligroso. Aunque sólo se trate de un pretexto, han elegido el peor de todos, porque viene a connotar que el embarazo de una mujer es motivo suficiente para que deje su cargo”. Se pasa ahí por alto que no ha sido Ferraz sino la propia Lastra quien ha justificado su marcha por el embarazo de alto riesgo.

En el mismo medio, Manuel López Sampalo nos regala un triple tirabuzón con una comparación lisérgica: “Es como si Florentino Pérez se declarase un activista defensor de los derechos de los trabajadores lesionados y aprovechase una elongación de ligamento de Eden Hazard para rescindir el contrato del futbolista belga. Y encima tuviese que justificar su salida el propio mediapunta alegando que prefiere estar en casa descansando en vez de en el banquillo, forrándose”.

Dejo para la guinda el perfil que traza sobre la dimitida Marisa Cruz en El Mundo. El título es de alto octanaje: “Dominatrix del sanchismo, látigo del PP”. Y lo cierto es que es una pieza en que la retratada sale bien parada. Pero esa referencia al sado, qué quieren que les diga, que no seja de llamar la atención: “Ahora, cuando la estrella de Sánchez palidece en las encuestas, la asturiana batalladora, dominatrix del socialismo sanchista y látigo de la derecha, da un paso atrás. Su dimisión es más bien retirada y sus críticos quieren adivinar en la misma un anticipo de futuro para su mentor”.