CASI todas las startup suelen hacer un plan de negocio a varios años, donde incorporan todos los gastos y los posibles ingresos que van a tener en uno, tres y cinco años. Muchas veces este plan lo ponen en manos de un asesor o lo confeccionan simplemente rellenando una tabla de Excel, en la que hacer cuadrar las cifras, para que quede bonito. Se trata de un gran error que se comete en muchas compañías, pensar que la contabilidad administrativa y la contabilidad presupuestaria son la misma cosa. En ocasiones se confunde incluso con tener una contabilidad o caja B y este concepto, que por fin parece que ha desaparecido de nuestras empresas, no tiene nada que ver con el modelo de contabilidad administrativo financiero. Un error habitual en las StartUp es pensar que aquello que no tiene un apunte contable en nuestra contabilidad no se tiene en cuenta. Muchas veces al arrancar, una compañía utiliza un local que nos han prestado durante unos meses o un piso que nuestra familia no utilizaba y que nos dejan prestado para nuestros primeros meses de actividad. Al no tener que pagar alquiler no lo tenemos en cuenta en nuestro presupuesto y cuando hacemos los cálculos de nuestro precio hora, nos podemos encontrar con que somos "falsamente" competitivos con respecto a nuestra competencia. El día que si que tengamos que pagar un alquiler, nuestros precios los tendremos que incrementar, si no habíamos tenido esto en cuenta. Recuerda, la contabilidad presupuestaria es fundamenta para una startup.