EN la última década los estadounidenses que han decidido vivir su jubilación en el extranjero se han incrementado en un 40%. Imagino que es similar entre jubilados de otros países ricos como Alemania, Japón, Suecia, Noruega, Inglaterra, Holanda? Ante esta realidad, la revista Forbes USA ha publicado una lista de tres lugares de 25 países donde más interesante les puede resultar jubilarse a sus ciudadanos. Evidentemente cita a España, pero junto a lo esperado -Costa del Azahar y Costa del Sol-, aparece Bilbao. Sí, nuestro Bilbao de cada día, este botxo no ha mucho modelo de ciudad industrial gris, anodina y a la que únicamente se venía a trabajar. El mundo al revés, nuestros jubilados a Benidorm y los ricos pensionistas del mundo a Bilbao. ¡Ay Bilbao, cuánto has cambiado, hasta Forbes te cita!

Claro, somos más baratos que su propio país, nuestra maravillosa costa está ahí mismo, hay estabilidad política, excelente asistencia sanitaria, baja criminalidad, leve imposición fiscal, vuelo directo a su país, clima agradable, cultura muy interesante, fantástica gastronomía y hasta podrían vivir hablando inglés.

La inclusión de Bilbao en el jubileo Forbes lo leía coincidiendo con la visión de un reportaje sobre el atractivo minero cual paraíso laboral de Bizkaia el último tercio del siglo XIX y el reclamo industrial de los años 50 a 70 del pasado siglo, con el alicaimiento de ambos en las últimas décadas. La riqueza que bajó de la montaña generada por ambos movimientos se fundamentó en sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas de muchos para beneficio de unos pocos.

La invitación actual a nuestro "paraíso turístico de jubileo" suena a regalo envuelto en celofán con dulzura de bombón, pero también puede que esconda algo del amargo altramuz.

En España en 2050 habrá 88 jubilados por cada cien personas activas y si los 270.000 inmigrantes anuales -ocho millones en tres décadas- que el ministro Escrivá considera imprescindibles para mantener las pensiones no lo remedian, ser jubilado y pensionista puede que dejen de conjugarse emparejados. En Japón desde 1963, cuando celebran el Día de los Mayores los centenarios recibían una copa de plata -sakazuki- para beber sake. Aquel año se la dieron a 153 personas. Desde hace dos años ya no es de plata porque el año pasado la recibieron 70.000 japoneses y sería muy costoso. Y va a más, porque de los nacidos este siglo la mitad probablemente vivan más de 107 años y nosotros no vamos muy a la zaga.

Mosqueo también, porque Bilbao como apetecible jubileo para forbianos pudientes casa mal con los lunes de jubilados locales protestando por pensiones dignas. Y mucho peor con tantos de nuestros jóvenes de talento marchándose a buscar su oportunidad a esos países de los que nos expiden a sus jubiletas. De paso, como estos probables viejos nuevos vecinos tienen posibles, nuestra vivienda, cesta de la compra y la economía doméstica diaria puede que aún nos la quebranten un poquito más. Calculo mi posible futura pensión de jubilación y me corroe la duda de si dar o no la bienvenida al míster Marshall jubilado.