STÁN en la línea de salida, con los nervios propios de la situación. Es de ley aconsejarles a quienes pasamos por ese trance, el de la selectividad, el tiempo de las segundas oportunidades. No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser. No hay límite en el tiempo, puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo, eso es innegable. No hay reglas para tal cosa. Podemos aprovechar oportunidades o echar todo a perder. Espero que hagas lo mejor. Espero que veas cosas que te asombren. Espero que sientas cosas que nunca sentiste antes. Espero que conozcas a gente con un punto de vista diferente. Espero que vivas una vida de la que estés orgulloso. Y si te das cuenta de que no es así, espero que tengas el valor de empezar de cero.

Ya sé que a estas alturas, cuando entran en juego los sueños y las esperanzas, no es fácil escuchar otro consejo que no sea el "no te rindas". Es una buena recomendación, pero no puedes jugarte todo el porvenir a una sola carta. La vida está llena de oportunidades y los sueños de hoy, creemos, pueden ser las pesadillas de mañana. Aprovechas la oportunidad si estás hablando de circunstancias que te permiten hacer algo que realmente te gusta. Cuando la situación es idónea para hacer algo que te interesa, se dice que tienes la oportunidad de hacerlo, no la obligación ni la única salida. La palabra oportunidad viene de la frase en latín ob portum, hacia el puerto, que se refiere a un viento favorable que permite a los barcos entrar en el puerto de forma segura. Piensa en la oportunidad como algo similar a un buen viento que sopla en tu camino. Y si no te lleva justo donde tu deseabas, déjate mecer por sus influencias y saca el partido que puedas de las cartas que tienes en la mano. Sé que te da igual, que tú quieres tal o cual reto y todo lo que no sea eso te destrozará el futuro. Asegúrate que no, que no es así. Tienes mucho.