Considerado el uso del color rojo para que las personas dejen de hacer algo, señalizar peligros, evitar que alguien cometa un error o inducir una conducta de cumplimiento o obediencia tiene también un tinte de tentación. Alguien que se encuentre en una situación a la búsqueda de sensaciones fuertes puede sentir excitación y el deseo de ir en contra de lo que se dice que hay que hacer. La ciencia llama a ese fenómeno reactancia, por la cual estas personas terminan haciendo lo contrario de lo que les indican. Sea como sea, esas utilidades del rojo no dejan de ser una espada de Damocles que sobrevuelan nuestro ánimo, así que la salida de Bizkaia de la temible zona roja supone un alivio para quienes trabajan contra el covid, un descanso para quienes se apuran con el recuento y una esperanza para quienes desean, deseamos, salir de este laberinto.