S una presa de difícil captura, algo así como una gacela Thomson alerta en la sabana africana. Y pese a que a Iñaki Williams le han llamado la pantera en infinidad de ocasiones, ni siquiera él gasta a menudo la velocidad necesaria para dar caza al antílope que descubrió aquel explorador escocés del siglo XIX, Joseph Thomson. La gacela Thomson es un rareza que con frecuencia se escurre entre el mayor de sus depredadores, el guepardo. Algo así como el gol entre los delanteros del Athletic

Por mucho que suponga una alegría la recuperación de un hombre más, Asier Villalibre, para la batida, lo cierto es que hacen falta más destrezas que las exhibidas por el Athletic hasta la fecha en ataque. Villalibre regresa ahora el grupo, a la manada. Y ayer miércoles recordó que el gol es una cuestión de todos. Razón no le falta. Como tampoco le faltaría si dijese que la portería a cero es un asunto coral. Lo que ocurre es que cuando se encajan goles a cascoporro se mira más al portero y a los centrales que al nueve del equipo. Es normal que se les exija.

Más allá de las quejas de los cascarrabias -juzgarle mal a Asier por sus conciertos con la electrocharanga estando lesionado suena hasta ridículo...-, lo que sí hay que pedirle a los delanteros del equipo es mayor eficacia, habida cuenta que el río del juego del equipo (que esa es otra...) baja con las aguas turbias algunos días y en ocasiones ni siquiera lleva el caudal suficiente. La pena es esa, que como esto siga así acabaremos de mala manera: con sed de Europa un año más.