PROPONGO un juego interactivo. En diferentes momentos de esta columna, el lector tendrá tres opciones con diferentes respuestas para incluir en la trama. Al final, como en las encuestas del Cosmopolitan, habrá valoración. Allá va. Esto era que en unas elecciones regionales (A: Turingia; B: Andalucía; C: Madrid) gana el centroizquierda sin mayoría absoluta (A: Die Linke más SPD; B: PSOE-A más Podemos; C: PSM con Más Madrid y Podemos). Las fuerzas de centro y derecha (A: CDU y Partido Liberal Demócrata; B: PP y Ciudadanos; C: PP y Ciudadanos) no suman una mayoría alternativa suficiente si no es contando con la ultraderecha (A: Alternativa para Alemania-AfD; B: Vox; C: Vox). La tentación es tan fuerte que no se resisten a ello. Pero reacciona el líder del centro derecha y exige restablecer el cordón sanitario sobre la ultraderecha (A: Angela Merkel; B: Mariano Rajoy; C: Pablo Casado). Acto seguido, el recién nombrado presidente de (A: Turingia; B: Andalucía; C: Madrid) dimite de su cargo y convoca nuevas elecciones. Analicemos sus respuestas, querido lector, querida lectora. Mayoría de A: has hecho pleno. Este escenario responde a la realidad de la política alemana y los hechos descritos se sucedieron en cuestión de tres días de la semana pasada. El presidente electo de Turingia dimitió por las presiones de la canciller Merkel contra el pacto con los neonazis. Mayoría de B o C: que el Señor conserve esa inocencia en vuestras limpias mentes. La realidad en Andalucía y Madrid, primero con Rajoy y luego con Casado, fue la inversa: agarra el gobierno con Vox. Y eso es todo lo que se parecen la convicción democrática de la derecha española y la alemana. Exacto: nada.