RESULTA barato en términos económicos el apaciguamiento de Vox para el PP. La muleta ultraderechista se ha hecho valer esta semana ante los presupuestos andaluces sabiendo que el gobierno de populares y ciudadanistas les necesitaba como el comer. Los de Abascal han sabido priorizar el barniz blanqueador sobre la profundidad de sus propuestas presupuestarias. El partido de Casado está dispuesto a todo porque cuenta con revertir en voto útil sobre sí mismo a los ciudadanos tramontanos cuando toque disputar el play off de ascenso a gobierno del Estado. A cambio, en Vox se dan por satisfechos con hacer a PP y C’s comulgar con sus hostias, que van cargadas de ideología y, además buscan aterrizar en la cara del modelo de Estado. Una de las medidas que los populares les han regalado en Andalucía es una partida de 100.000 euros para financiar las necesidades de los andaluces con problemas de inserción lingüística por vivir fuera de la comunidad. Hay unos 280.000 andaluces viviendo en el extranjero, prioritariamente en Francia y Alemania, y esto sugiere que tocan a 35 céntimos de euro por cabeza para aprender el idioma, que no parece demasiado. No obstante, también se ha suspendido la dotación de 600.000 euros para favorecer la integración de 618.000 inmigrantes extranjeros que viven en Andalucía. Lo que lleva a concluir que la política de la derecha en Andalucía será desintegrar a los extranjeros, porque no habrá fondos para su integración, y simular ayudas para que los andaluces aprendan otro idioma. Catalán, por ejemplo, porque con 35 céntimos, en Berlín, solo da para mantener impasible el ademán. Perdón, el alemán.