Va avanzando la campaña y Sumar y Elkarrekin Podemos no parecen haber comprendido contra quién se juegan las lentejas el próximo 21 de abril, cual es el contrincante político al que batir. No es el PNV, sino EH Bildu, al que imagino feliz en su sillón haciendo cuentas de los votos que en su día encontraron refugio en la joven formación de izquierdas y van a regresar a la cuenta abertzale el domingo de la semana que viene. Pasan los días y ahí siguen Alba García y Miren Gorrotxategi tratando de hacerse posibilistas de cara a su electorado mediante mensajes en los que subrayan con ahínco las coincidencias programáticas “en muchas cuestiones” con EH Bildu cuando se les pregunta si apoyarán a Pello Otxandiano en su llegada a la Lehendakaritza con la coletilla añadida de que, en todo caso, “ya se verá”, Según las encuestas, sociómetros y demás análisis (que son eso, encuestas), Sumar y Elkarrekin Podemos puede que ni siquiera entren en el próximo Parlamento Vasco. La incapacidad de sus líderes de presentar una única candidatura les añade un elemento de fragilidad ante el 21 de abril. Sin embargo, ninguno de los dos factores -debilidad y estimaciones- parece que estén provocando mucho desasosiego en sus principales portavoces habida cuenta de los mensajes que repiten una y otra vez como un mantra. Dale al torno Perico contra el PNV una y otra vez como si fuera la formación jeltzale su ladrón de votos. No seré yo quien presuma de conocimiento en estrategia política pero me da en la nariz que denunciando las contradicciones de EH Bildu en materias como la política energética o reclamandole valentía para hacer autocrítica de su pasado podrían lograr ser un referente distinto a la hora de escoger la papeleta que les conceda el 3% de los votos necesarios en nuestro país para acceder a la Cámara vasca. Queda una semana...