RFA: Razones y sinrazones de una alianza
La formación del actual Gobierno alemán parece un parto de los montes? histéricos. No pudo ser un maridaje tricolor (verdes, liberales y conservadores) por suspicacias liberales y ahora el compromiso bicolor (socialdemócratas y conservadores) se encalla en quimeras puristas del ala joven del SPD (Partido Socialdemócrata).
Pese a todas las apariencias, esta crisis tiene no pocas razones y una increíble sinrazón. Esta última es evidente: a la hora de pactar las directrices políticas de la nueva legislatura, los partidos han antepuesto sus intereses electorales inmediatos al interés nacional de estabilidad política y previsión del futuro inmediato.
Así, los liberales (FDP) rompieron el primer intento porque consideraron que tenían que entrar en un Gobierno que no adoptaba ninguno de los valores liberales que defiende el partido. Y si esto es verdad hasta cierto punto, cabe preguntarse si los políticos del FDP defendieron su ideario mucho peor en las negociaciones que en las urnas; vamos, que no supieron negociar un pacto de gobierno. Que con el fracaso se ponía en peligro la estabilidad de la nación no importó mucho a ninguno de los aspirantes a dirigir la República.
La alternativa al tripartito era una reedición del Gabinete saliente, la gran coalición. Los dos partidos mayoritarios -socialdemócratas y cristianodemócratas aliados con los socialcristianos bávaros- volverían a gobernar al alimón. Esa posibilidad se le atragantaba al SPD, que en los últimos comicios sacó el peor resultado de toda su historia de postguerra (cerca del 20%) y lo atribuyó a que la política del Gobierno saliente tuvo mayormente rasgos conservadores.
Realmente dominó el programa cristianodemócrata (CDU) y socialcristiano (CSU), pero las causas del declive socialista son ante todo sociales. La sociedad alemana ha cambiado en los últimos lustros fuertemente, en tanto que la programática y las estructuras del partido han quedado cada vez más alejadas de la realidad. Así que en vistas de que volver de socio segundón en un Gobierno conservador agravaría la crisis socialista, los dirigentes del partido se avinieron al pacto con tal de garantizar la estabilidad del país.., aparte de que tener poder no molesta a nadie.
Bueno, a nadie excepto a los JUSOS -agrupación de los socialdemócratas menores de 30 años-, que en el congreso que celebró el SPD la semana pasada atacaron crudamente el pacto de gobierno por “gesto aburguesado”. En aras de la pureza ideológica, los JUSOS reclaman el encastillamiento en la oposición para lograr así una regeneración ideológica del partido y, de paso, recuperar la confianza del electorado de izquierdas. Lo peor de la postura joven ha sido que han hablado mucho - muchísimo - de ideales y nuevas metas, pero han citado muy pocas y formulado menos programas alternativos realmente viables. Y así, lo más que probable es que el final los jóvenes, es decir: los JUSOS, harán lo que dicen los viejos y en Alemania volverá a gobernar la gran coalición.