EL colegiado francés Ruddy Buquet la pudo liar en el Zorya-Athletic. Y eso que no tuvo trabajo el árbitro galo. Pero sí falló en jugadas de apreciación, en las que se dedicó más a dejar seguir el juego que a pitar faltas de mala intención, como ocurrió en la segunda parte, cuando debió de mostrar más tarjetas de las que vieron los jugadores.
Cuando digo que el francés Buquet la pudo liar fue porque en el minuto 29 falló totalmente el asistente. Cuando centró San José, Aritz Aduriz se encontraba en posición correcta, saliendo más retrasado que los defensores en la búsqueda del balón, luego controló el esférico y seguido asistió a Iñaki Williams, quien estaba más retrasado que la pelota y marcó a portería vacía. El colegiado y su asistente anularon el gol por un fuera de juego que no existió. Por fortuna, llegarían más goles para el conjunto bilbaino.
En el minuto 70, el gol de Aduriz es totalmente legal, ya que al iniciar el salto que le permite conectar con el balón lo hace sin cometer falta sobre el defensa. El salto es limpio, por lo que el tanto está bien concedido.
Ya en el minuto 86, los jugadores del Zorya reclamaron un fuera de juego de Raúl García, que se encontraba en posición correcta, hizo un buen control, cambió el balón de pierna y marcó con la tranquilidad de un veterano. Gol legal.
Quiero terminar diciendo que el Athletic tuvo sus momentos de altibajos, pero en esta ocasión supo sobreponerse a un rival que quiso tratar de tú a tú al conjunto de Kuko Ziganda. Con la presión del Athletic en la segunda mitad el equipo demostró que quiso llevarse el partido con cierta holgura, en lugar de aguardar agazapado en su área. Quiero felicitar desde estas líneas al equipo porque estará en la siguiente fase, la eliminatoria, y porque el plantel va mejorando en su estilo de juego.