MATEU Lahoz tiene actitudes en el campo en las que muchas veces confunde la forma de interpretar el reglamento. Pero, para ser sinceros, en el clásico de anoche creo que estuvo a la altura del partido, ya que en la mayor parte de reclamaciones que tuvo considero que acertó. Todas las tarjetas fueron justas. También la que acarreó la expulsión por doble amarilla de Sergio Ramos en el minuto 86, cuando le pega un codazo claro en la cara a Aduriz en la disputa de un balón aéreo. Aunque un árbitro internacional de su nivel no puede frenar una ocasión manifiesta de gol por una falta en el medio campo si no muestra tarjeta roja directa, algo que no hizo cuando Etxeita derribó a Modric y Cristiano encaraba a Kepa. Aunque parece que el portugués está en fuera de juego. También pudo haber penalti de Ramos por una zancadilla sobre Raúl García.