EL Athletic salió en Riazor con muy buena predisposición, con las líneas adelantadas, buscando al rival. El problema fue que nos empataron y al final, el equipo afloró algunas lagunas que ha mostrado en lo que va de temporada. En cuanto al árbitro, la labor de José Luis González González siempre es correcta. El de Ponferrada, es de los colegiados que no se compromete y busca sacar siempre adelante los encuentros. Pero eso no da el nivel arbitral ni demuestra personalidad, todo lo contrario. Lo demuestra su actitud en el primer acto en una jugada dentro del área de conjunto coruñés. Albentosa la pegó claramente con la mano, pero no señaló nada González González. Tampoco segundos después, cuando Mikel Rico recibe el balón y un jugador del Depor le toca. El centrocampista de Arrigorriaga siente el contacto, no se cae y al final se tira. Y ya no señaló nada. Aquí también se equivocó. Por lo demás, no hubo más jugadas polémicas que reseñar en un choque en el que reinó la deportividad entre los jugadores de ambos equipos. Volviendo a la actuación de González González, parece de esos partidos en los que el colegiado se ha equivocado en lo esencial y que ha perjudicado a los intereses rojiblancos. Por lo menos llega el Madrid la próxima jornada a Bilbao, uno de los partidos más esperados del año en el que los leones tendrán una buena oportunidad de rendir ante su afición.