PAOLO Tagliavento ha cumplido una década como colegiado internacional y ayer terminó su carrera a nivel FIFA con una actuación correcta en San Mamés en un partido donde dominó la deportividad entre los jugadores del Athletic y del Hertha. Este peluquero de profesión fue decidido y valiente al pitar dos penaltis a favor del conjunto rojiblanco. En el primero, cometido en el minuto 33 sobre Williams, no hay dudas. El capitán Langkamp le derriba claramente al delantero bilbaino. Poco antes, al mismo Williams le fue anulada una acción clara por encontrase en fuera de juego. También acertó el colegiado italiano. En la segunda parte, cumplido el minuto 65, el mismo jugador del Hertha, protagonista en la primera pena máxima, también comete un segundo penalti. En esta ocasión, Langkamp da el balón con la mano y corta un intento de remate de Balenziaga. Tagliavento no dudó en señalar los once metros. Pero perdonó la segunda tarjeta amarilla al capitán del conjunto berlinés. Si el árbitro interpretó que Langkamp no cortó la jugada de forma intencionada, hizo bien en no amonestarle. Aunque yo creo que sí fue adrede y debió ser expulsado.
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