LOS publicitados síntomas positivosno terminan de cuajar. Al menos nocuajan para el criterio de los responsablesde solicitar (empresas) o conceder(bancos) créditos. Estos últimos tenían estasemana a su alcance dinero barato (0,15%) enla primera subasta de liquidez del BCE con lacondición de que se destinara a facilitar elcrédito a la economía real. Es decir, la productiva.Empero, los buenos propósitos nosiempre llegan a buen puerto y cuando elfondo para dos subastas (la segunda será endiciembre) ascendía a 398.000 millones y lasprevisiones para la primera superaban concreces los 100.000 millones de euros, el eurobancotan sólo ha colocado 82.600 millones.
Pero hay más. El objetivo de estas subastas deliquidez es estimular la economía con créditosa empresas y consumidores. Pues bien, lademanda de la banca no sólo ha estado pordebajo de lo esperado sino que la cuarta partede lo concedido por el BCE (casi 20.000millones) se destinará el próximo miércolesal pago de préstamos a tres años correspondientesa las subastas de 2011 y 2012 por valorde 19.898 millones de euros, más del tripleque lo pagado la semana pasada.
Si hay un termómetro que cuantifica y cualificalas expectativas económicas, es el sectorfinanciero. No lo es por su sensibilidad antela crisis, sino por cómo define y se mueveante los posibles negocios rentables. Tomardinero del BCE a bajo interés (0,15%) y ponerloen el mercado crediticio con un beneficiosuperior a los seis o siete puntos porcentualescomo media es un negocio seguro y tentador,siempre y cuando no se quiebre la cadenaproductiva que garantiza su devolución.Pero los banqueros y bancarios ejecutivosson como esos animales que desarrollan susfacultades perceptivas hasta el punto detener una capacidad premonitoria que lespermite detectar peligros que los humanos nisiquiera intuimos.
El hecho de solicitar menos dinero que elprevisto se debe, entre otros argumentos, a lafalta de claridad respecto del futuro económicode Europa, donde persisten dos peligros:recesión y deflación. Mezclen ustedes ambosingredientes, acompáñenlos con cubitos delmiedo escénico empresarial y tendrán uncombinado letal para los objetivos de la bancaque actúa con su habitual cautela, corregiday aumentada a día de hoy. Dicho con otraspalabras: la banca no está convencida de queEuropa haya superado la crisis (o el Cabo deHornos, como dice Rajoy) y teme que si concedecréditos aumente el riesgo de morosidad.Por otro lado, dicen que el momento no esmalo. Entramos en el último trimestre delaño en el que históricamente aumentan lassolicitudes de préstamos, pero hay entidadesfinancieras saneadas, como Kutxabank queno ha solicitado ni un euro en la subasta deliquidez. Entonces..., ¿qué hay en el horizonteeconómico que provoca esta situación?El sector bancario, es evidente, prefiere esperara la subasta de diciembre por dos razones:se conocerá el resultado de los test destress a las entidades financieras y se clarificaráalgo más el panorama económico. Entretanto, no necesitan más liquidez. De momento,tienen suficiente para cubrir la demandade créditos de empresas solventes con futuroy consumidores con una buena nómina, altiempo que las empresas con problemas novan a solicitar préstamos para tapar deudas,como tampoco las familias con dificultadespara llegar a fin de mes se acercan a los bancospara pedir un crédito. Unas y otros sabencon toda seguridad que se les va a negar.
Algunos siguen sin entender que sin consumono hay reactivación económica. Lasmedidas de austeridad han cerrado un círculovicioso en el que la destrucción de empleode calidad y la depreciación salarial restanpoder adquisitivo, reducen el consumo yhacen disminuir la capacidad productiva dela economía real, con lo que las oportunidadesde emprender negocios son cada día másescasas..., y vuelta a empezar.