El dinero no es nada pero mucho dinero, eso ya es otra cosa. La frase es propiedad intelectual de un tipo tan original como George Bernard Shaw -fue el primero en ganar el premio Nobel de Literatura y un Oscar al mejor guion...- que tampoco daba un uso desmedido a la riqueza. No en vano, se declaró vegetariano confeso a los 25 años al advertir que un hombre de su intensidad espiritual "no come cadáveres".

Viene al caso la historia ahora que se discute quién y cómo se vigilan las cuentas de los municipios de Bizkaia. ¿De cuánto hablamos: de dinero o de mucho dinero? Uno intuye que de lo segundo, pero en política jamás se distingue lo poco de lo mucho: nunca es suficiente. Basta con aprender a discernir entre los pecados de los hombres y la limpieza de las ideas y encontrar un punto medio sin que con esto quiera decirse, válgame Dios, que hay dinero sin brújula, dinero que se pierde. Por ello es bueno que haya un guía, un boy scout que marque el camino.

El acuerdo alcanzado entre el PNV y el PP para que sea la Diputación Foral de Bizkaia la que juegue ese papel es bueno. No en vano, conoce la tierra y las necesidades mejor que la otra alternativa, el control remoto desde Madrid. Con lo que fallan los aparatitos esos.

Lo más grande de esta noticia es comprobar que todavía queda capacidad de pacto, pese a que a diario gana razones aquel viejo pensamiento de Jean Jacques Rousseau, quien pensaba que entre todos los animales, los hombres son los menos aptos para vivir en rebaño por su incapacidad para reunirse.

Sea por la razón que sea, el acuerdo sale adelante y las arcas municipales en Bizkaia serán revisadas por notarios casi de la familia. Desde sus despachos se dirá qué se puede gastar y qué se puede cobrar en cada Ayuntamiento. Que acierten en sus veredictos.