el contexto generalizado de crisis económica y la perspectiva de una larga y creciente recesión mundializada, junto con una larga secuencia temporal de diferentes procesos electorales, (País Vasco, Galicia y Catalunya en el Estado Español; Quebec; Venezuela; Estados Unidos; por citar algunos recientes y representativos) ha provocado una especie de dicotomía entre la oportunidad y prioridad de la economía ó de la política, suponiendo que esta última opción fuera algo ajeno a la primera ó propia de "cosas del mañana" asociables a modelos de bienestar, políticas sociales, marcos político-administrativos, gobernanza, etc. Quienes pretendan instalarse en este esquema disociado, darán por supuesto que la primera opción, la economía, supone carencia de ideología, modelo objetivo cuasi-científico e indiferenciado y prioridad absoluta, exclusiva y excluyente de cualquier decisión u actuación "distorsionadora" de lo inmediato.
Incluso, en alguna de sus pequeñas concesiones permitirían "micro debates" en torno a crecimiento vs. inclusión si bien dejando claro que el objetivo es crecer y, al final del camino, ocuparse en el reparto y beneficiarios potenciales.
Afortunadamente, cada vez más, parecen voces frescas enriquecedoras del debate. Así, en los últimos días he tenido la oportunidad de participar en los V Diálogos de Bilbao (promovidos) por la Fundación Sabino Arana, con el sugerente debate sobre Economía-Sociedad y Política entre el carácter de ciencia ó arte de la economía, sobre aquello considerable "objetivo e inmutable" y aquello que no es sino subjetivo y fruto de la libre decisión de las personas. El encuentro contaba con protagonistas europeos y americanos en el contraste desde ambas realidades y desde espacios diferenciados de la política, la academia y la empresa.
Entre las conclusiones de interés, merecería la pena destacar algunas ideas:
1. La economía tiene reglas objetivas que han de tenerse en cuenta en las decisiones políticas, pero es ésta la que ha de definir la estrategia en función de las aspiraciones, necesidades e ideologías, al servicio del bienestar de las personas, de las naciones y la competitividad de sus empresas.
2. El mayor peligro de desconexión y decisiones equivocadas lo representan los atajos coyunturales de quienes, desde el malestar y su desafección por la mala política económica y malos representantes de la misma, caen en la "bondad" del autoritarismo impuesto, de los regímenes no democráticos ó de la tecnocracia salvadora, diseñando e implantando medidas "milagrosas e inevitables" sin ton ni son.
3. La desigualdad creciente entre pueblos y ciudades en un mismo Estado ha de concentrar la atención de todos pero, en especial, de dirigentes políticos, económicos, sociales y sindicales como clave en la guía de sus estrategias y compromisos.
4. En cualquier estrategia que pretenda responder a la crisis actual, todos los actores (sociales, económicos y políticos) son relevantes. En especial, hemos de ser conscientes que todos y cada uno de nosotros jugamos, a la vez, diferentes roles y tomaremos diferentes decisiones atendiendo a nuestros propios intereses según la camiseta que llevemos en cada momento (como trabajadores y asalariados, como ahorradores, como consumidores, como acreedores, en nuestra relación con la banca, como contribuyentes, ó bien como jefes, empresarios, directivos, políticos, sindicalistas…) lo que impide las soluciones únicas blanco/negro.
5. Existen infinidad de modelos de referencia, de éxito ó fracaso, que deben ser analizados pero, sobre todo, bien entendidos de modo que se apliquen, de forma completa, en un contexto concreto. No hay modelo válido si no está unido a la cultura específica del colectivo al que se dirige, si no incorpora de forma decisiva a la que se dirige y, en consecuencia, si no es único, propio y diferenciado.
Y, precisamente llegados a este último punto, parecería pertinente resaltar tres eventos o acontecimientos concretos, de gran interés, celebrados en Euskadi en estos días: a) La presentación de un libro, "El Modelo Vasco, desarrollo humano y sustentable" del exlehendakari Juan José Ibarretxe, b) El Congreso mundial del TCI, sobre Competitividad y Clusterización de la economía, y c) El XV aniversario de Guggenheim Bilbao Museoa.
El ex-lehendakari presentó un libro fruto de su aportación política y académica, de su experiencia vivida pero es mucho más que eso. Es, precisamente, el modelo que nos hemos dado en este País, en todos los niveles institucionales, en los últimos 30 años, desde la caída de la dictadura y el inicio del tránsito a la democracia y nuestro proceso de recuperación y construcción del autogobierno. Un modelo, con características propias, que ha tenido la virtud de romper las reglas del juego dominante: un modelo al servicio de las personas y el pueblo, abierto al mundo con un primer escalón clave en la Europa humanista, democrática y próspera por construir, en paz ,desde una violencia pre-existente, soportada no en un mercado como rey y señor del desarrollo sino en una economía mixta (público-privada), con protagonismo público relevante, propiciando una compleja, a la vez que enriquecedora, colaboración entre los diferentes actores económicos y sociales, en el que la empresa-sociedad constituyen un binomio complementario insustituible, orientado hacia objetivos y políticas económicas y sociales por alcanzar a la vez y no en un futuro en el que las previsiones y resultados económicos excelentes pudieran facilitar "ocuparse de lo social y el bienestar". Un modelo consciente del valor de la internacionalización y mundialización pero desde la fortaleza local, valores y cultura propios. Un modelo resultado del esfuerzo y aportación de muchos (pese a la oposición e impedimentos de otros que parecen hoy descubrirlo como tantas otras cosas que se perdieron y nos hicieron perder).
Hoy, en plena crisis, el modelo vasco ha superado el examen. Es perfectamente comparable con los modelos seguidos en el entorno y, sobre todo, con la ausencia de modelos de otros.
Un modelo que ha recibido el espaldarazo de cientos de "practitioners" que, a lo largo del mundo, trabajan a favor de responder a desafíos de la economía, el bienestar y las aspiraciones sociales, en marcos y ejercicios democráticos reales. Modelo que ha hecho posible que Donostia y Bilbao recibieran en esta semana a cerca de 500 profesionales de los cinco continentes, inmersos en el esfuerzo por dotar a sus respectivos países, gobierno y empresas de herramientas y estrategias capaces de responder a las aspiraciones de las diferentes sociedades. Profesionales que hacen de la clusterización de la actividad económica la forma de facilitar procesos colaborativos convergentes en una estrategia socio-económica de éxito. Modelo hoy extendido a lo largo del mundo.
Y es precisamente este modelo y marco conceptual el que ha posibilitado que una iniciativa y decisión de alto riesgo, hacia conceptos innovadores y rompedores de pensamiento pre existente, sea hoy, 15 años después, orgullo emblemático no solamente de Bilbao y Euskadi, o de la Fundación internacional de la que forma parte, o del mundo específico de su disciplina de conocimiento sino de todas aquellas ciudades que quisieran formar parte de su red, sea calificada como una estrategia exitosa. Guggenheim Bilbao y su efecto generalizado es un referente como pionero en la consideración de la cultura, también, como factor de desarrollo económico, se ve como un icono de la transformación innovadora de una ciudad-región, de la vanguardia internacionalizadora de las entidades museísticas, foco de atracción de turismo y desencadenante de crecimiento de la economía regional, escuela de pensamiento y formación de las nuevas generaciones, dinamizador de la economía y talentos locales y motor de un cambio. Por no decir, fuente de ingresos fiscales de primera magnitud e inspirador de la nueva gestión museística.
Son, efectivamente, tiempos de la Economía. Pero "la economía" es una cara de la moneda. Ni hay una fórmula única, ni es separable de la acción política ni puede aplazar los desafíos de la desigualdad, del fortalecimiento del capital humano, ni de las libertades y modos de gobernanza y pertenencia al que aspiran los pueblos. Modelo, aplicación diferenciada y ejemplos de vanguardia nos permiten comprobar que delante de estos procesos están las personas, sus aspiraciones, el motor de su identidad y pertenencia, la fortaleza de la búsqueda de un futuro propio, mejor.
Sin duda, una serie de diálogos, encuentros, efeméride y aportaciones enriquecedoras. Diálogos, Economía y Sociedad, Economía y Política, Economía-Política-Democracia y, sobre todo, Respuestas. Responder a los desafíos de la actual situación con modelos y estrategias propias. En definitiva, construir futuro y no asistir, de forma pasiva, a un escenario cualquiera.