Cámara de los errores
La cámara oculta fue una invención cómica de la tele, ¿se acuerdan? Allá por los años 60 comenzó a utilizarse bajo el título de Objetivo indiscreto y consistía en hacer bromas y mostrar la reacción de la gente ante situaciones ridículas provocadas. Hasta que alguien pensó que aquel ingenio podía retorcerse penetrando en la intimidad humana con el pretexto de descubrir tramas y delitos. Le llamaron periodismo de investigación e hizo fortuna en los medios amarillos; pero era patología voyeurista. Para entonces el asalto a la privacidad ya era una plaga, con la generalización del espionaje informático, escuchas telefónicas y videovigilancia en todas las esquinas. La cámara escondida se autoconstituyó en el ojo del pueblo que todo lo ve, omnipresente y acusador, versionado ahora por José Mota con La Vieja l'Visillo.
Y como sucede indefectiblemente con todo lo perverso, la cámara oculta ha generado episodios abominables, como aquel que, en octubre de 2002, la empresa audiovisual de El Mundo realizó para Telecinco en el que a un niño vasco de seis años, alumno de una ikastola, le hicieron una grabación clandestina. Lo absurdo era que quien propició aquel subproducto fue Pedro J. Ramírez, que años antes había sido víctima del mismo engaño y convertido en protagonista involuntario del vídeo pornográfico más visto y celebrado de España. Casi todos los usos de la cámara invisible han sido para profanar confidencias personales y morbosear con los famosos, no para descubrir alguna verdad liberadora.
De la risa limpia a la invasión de lo privado, a la cámara oculta le ha llegado su fin tras la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que, tarde pero bien, la considera ilegítima por sus tácticas engañosas y por vulnerar el derecho a la propia imagen y la intimidad particular. Hemos ganado una batalla, sí; pero los invasores intentarán entrar en las alcobas, los lavabos, los confesionarios, las conciencias y hasta en los sueños para propagarlos. Quien defiende sus secretos defiende su dignidad. ¡A las barricadas!