¿Ver a Berlusconi?
EL primer ministro italiano es dueño de Telecinco y Cuatro, además de las cadenas temáticas La Siete, FDF y Boeing, así como de la agencia de noticias Atlas. Es también propietario de la cuarta parte de Digital Plus y de todo el cadáver de CNN+, reconvertido ahora en sala de sesión continua de Gran Hermano. Berlusconi controla más del 25% del consumo audiovisual español y nadie le impedirá -ni Zapatero, ni mucho menos Rajoy- continuar fortaleciendo su imperio a través de fusiones y adquisiciones, si usted y la mayoría nos rendimos.
Cada vez que usted conecta alguno de esos canales está aumentando los beneficios de un sujeto procesado por prostitución de menores y abuso de poder. Cuando usted pulsa el botón de Telecinco u otra de sus cadenas está consolidando el despotismo de un machista repelente y un político grotesco. Si usted elige la televisión de Berlusconi sepa que se convierte en cómplice de la degradación de la telebasura y el ocio cateto de su grupo mediático. Dése cuenta, por fin, de que Berlusconi y sus socios intentan ilícitamente reducir la televisión pública a la mínima expresión, liquidar las autonómicas y lograr el dominio absoluto de las telecomunicaciones, que son propiedad de todos. Lo mismo digo a las empresas que se anuncian en esos canales, cooperadores del subdesarrollo ético. Ejerza su libertad, sí; pero hágalo con responsabilidad e inteligencia.
Anote este dato: Telecinco y Cuatro censuran a diario la información sobre los escándalos del plutócrata milanés y solo se refieren a él para reproducir sus alegatos de defensa. ¿No va siendo hora de responder a la provocación de Il Cavaliere con un boicot completo, por dignidad, de sus medios? Usted no tiene opción de exigir en Italia su destitución y condena; pero tiene, aquí y en sus manos, un instrumento invencible para aplastar a este cínico que odia a las mujeres y avergüenza a los hombres: el apagón selectivo de sus emisoras. Si usted quiere -por justicia democrática- ver caer a Berlusconi, no vea su podrida televisión. Pásalo.