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Uteca ataca

Las cadenas privadas quieren más. Alejandro Echevarría, presidente de Telecinco y de UTECA, el lobby de las teles comerciales, ha denunciado en una conferencia en Bilbao que "las televisiones autonómicas nos cuestan 1.900 millones de euros al año". Fíjense que usa el pronombre nos como plural mayestático para referirse a un sujeto confuso. Es parte del discurso demagógico con el que este grupo pretende alcanzar el dominio audiovisual absoluto. Su modelo es Berlusconi. Y nuestro riesgo es que si no hay equilibrio entre el poder de la televisión privada y el contrapoder de una televisión pública solvente el fascismo está servido.

Han avanzado mucho. Zapatero les regaló 550 millones aboliendo la publicidad de TVE y añadió la Ley General Audiovisual para comprar su influencia informativa. Ahora, el objetivo es la eliminación de los anuncios en las autonómicas (que a EITB le aportan el 25% del presupuesto) como primer paso hacia su liberalización. El presidente de Galicia, Núñez Feijóo, del PP, ha iniciado un plan de venta casi total de TVG y por este camino seguirán, tras las elecciones de la próxima primavera, las restantes emisoras gestionadas por gobiernos conservadores, entre otras, Telemadrid y Canal-9. ¿Vamos a permitir que López traspase ETB a Echevarría por los favores recibidos?

Y todo esto para justificar, en época de crisis, el ahorro público a cambio de libertades básicas. A ver, ciudadanos, ¿cuál es el precio del pluralismo democrático? A mí 1.900 millones me parecen calderilla si con este peaje neutralizamos la amenaza de las concesionarias y su lucro totalitario. Es verdad que EITB le cuesta a cada hogar vasco 253 euros anuales; pero sale muy barato si esta es la factura por librarnos de la tiranía social, política y cultural que ejercerían, mediante el monopolio estratégico de la información, los dueños del tinglado mediático. Imagínense una Euskadi donde todo fuera Vocento: este es exactamente el despótico proyecto de Uteca. Privatizar la comunicación es como enajenar el aire que respiramos.