Julio Salinas en Momotombo
POR si no era suficiente con la ración de fútbol que se ha adueñado de la parrilla sin respetar siquiera los espacios del corazón, Antena 3 ha tenido la brillante idea de enviar al ex futbolista Julio Salinas a dirigir un reality show a Nicaragua, ahora que ha dejado de dar volatines en Mira quién baila. Así podremos juzgar si es más competente Jorge Javier Vázquez comentando las jugadas de la roja o el ex delantero del Athletic intentando domesticar a cinco primos de la niña del exorcista que, si nadie endereza, llevan camino de convertirse en tertulianos de Sálvame. La cosa se llama Operación Momotombo y el ahora experto en terapias de superación personal y autoestima deberá obligarles, sin utilizar un bate de béisbol, a construir un comedor para una escuela. ¡Lo tiene claro! Los jóvenes, tres chicas y dos chicos, son como para exponerlos en una feria: una consentida que se droga, un vago adicto a las consolas y con tatuaje de Héroes del Silencio ¡puag!, la que tiene a su madre de criada, la que usa de sparring a su hermana y, como guinda, un metrosexual con el estilismo desviado que se define como "puro físico y puro músculo". Todos son malhablados, maleducados, egoístas, violentos, caprichosos eta abar. Si por ellos fuera, los niños nicaragüenses podrían seguir comiendo en el suelo, y no creo que los sermones de Salinas les conmuevan: "Querer a vuestros padres que algún día les echaréis de menos", les dice, mientras le miran con cara de haba. El programa no pasará a la historia, pero al menos hace que nos sintamos felices de no tener unos monstruos así en casa. Y que conste que no me refiero a Salinas. Lo mejor que podría hacer Antena 3 era abandonarlos allí, aunque dudo que opte por un final feliz.