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Cartas a la directora

Pobreza

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Con el verano y las vacaciones, millones de personas salen de sus hogares para disfrutar del buen tiempo y de lugares de recreo. Es el merecido tiempo de descanso para unos, mientras que para aquellos que trabajan en el sector de hostelería y turismo, es el periodo de mayor actividad. Sin embargo, España sigue siendo un país donde una parte significativa de los ciudadanos no puede disfrutar de unos días de salida de su vivienda al no poder financiarla. En 2022 (INE), más del 34% de la población se encontraba en esta situación. Además, la pobreza energética sigue siendo un problema grave, afectando al 14% de la población en 2022. Tanto en invierno como en verano, el consumo energético es un lujo en estos hogares. Las altas temperaturas hacen que las viviendas se conviertan en un infierno, siendo especialmente peligroso para niños y personas mayores, quienes tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor. No es de extrañar que muchas de ellas disfruten en los centros comerciales y piscinas públicas, al menos para poder respirar y escapar de los rigores de la canícula. A pesar del bono social, su efectividad para cubrir necesidades de refrigeración en la época estival varía dependiendo del consumo y de las necesidades específicas de cada hogar. Estos indicadores reflejan un desafío continuo en términos de desigualdad económica y acceso a actividades recreativas esenciales para el bienestar. El veraneo no es igual para todos: unos lo disfrutan y otros lo padecen. La pobreza en España no se limita al verano. Se trata de un problema estructural que afecta a millones de personas durante todo el año.