Cuando la conducta antisocial influye en los y las menores y las consecuencias las sufren personas inocentes como son niños o niñas por otros menores o personas adultas de forma directa e indirecta a través de otras personas antisociales, así, una conducta morbosa, cruel y despiadada. Las personas con conducta antisocial eligen a sus víctimas, las estudian, analizan y atacan, ya sea con maltrato psicológico, sexual, físico y mortal. 

Muchas personas antisociales aparentemente llevan una vida normal y la normalidad social en nuestro país es la tolerancia de la conducta antisocial, realmente no es necesaria una acción psicopática para provocar una reacción dolosa en una víctima potencial y esa victimización a menudo se representa por patrones de desamparo, pobreza y negligencia. Muchas personas antisociales son antisociales sin carencias de esta índole, es decir, existe la conducta antisocial familiar, escolar, religiosa, política, individual, amistosa, social y gubernamental. ¿Se necesitan personas con sensatez, con valores y de buenos sentimientos? ¿Donde están? Necesitamos una sociedad avanzada y protectora no una sociedad hipócrita y sádica con los seres de nuestra creación, el respeto por la vida.