Después del partidazo del jueves contra el Atlético Madrid, rogaría a quienes corresponda dejar la gabarra tal y como está en el Museo Marítimo, cubierta con una lona a ser posible para que no sea fotografiada hasta el 7 de abril.

Son ya seis finales seguidas perdidas, la última de infausto recuerdo contra nuestros vecinos; aparquemos pues nuestro bilbainismo para después de la final.

La veo casi todas las semanas y se puede garantizar su flotabilidad al cien por cien. No tocarla por favor.

A la Cartuja sin nervios pero con nervio y respetando al Mallorca de nuestro querido Javier Aguirre.