Netanyahu, ese fascista judío que tiene los ojos y el hocico llenos de odio y de sangre como las hienas, sigue haciendo la guerra y matando niños, mujeres y ancianos palestinos por dos razones: la primera porque está borracho de poder militar y ayuda americana y de países importantes y segundo, porque cree que mientras mantenga la guerra, no lo trincaran y lo llevarán ante un tribunal por genocidio y lo condenarán a cadena perpetua o algo similar.