Dado que Alberto Núñez Feijóo no puede, por la tribulación que le ha deslizado hacia abismos extremistas, alguien de confianza (ojo a las adhesiones temporales) debería recordarle que no es

presidente del Gobierno. El presidente es Pedro Sánchez. Feijóo quería, aunque lo negó tres veces, pero la mayoría de los ciudadanos españoles, no. Tanto lloriqueo nubla el entendimiento… El poder ejecutivo recae en el presidente del Gobierno, el cual es responsable de dirigir y tomar decisiones políticas clave, y cuando llama a reunión, se va. Las pataletas, descalificaciones, negaciones y demás rebotes de niños sin caramelo, no por previstas fueron y son menos agraviantes, y si se elige a un portavoz como Tellado, es toda una declaración de intenciones… ¿Escuecen los contactos con independentistas sin cruzar líneas rojas? Pero hombre, en Navidad, la falacia es doblemente pecado… ¿Ejemplos? Entre septiembres 1998 y 1999, el Gobierno PP ordena el acercamiento de más de 120 presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco, y permite el regreso de más de 300 exiliados de la banda terrorista.

En mayo 1999, el Gobierno anuncia que 304 personas vinculadas a ETA pueden volver a España, con delitos prescritos, incluidos algunos con delitos de sangre. “Si los terroristas deciden dejar las armas sabré ser generoso” (Aznar, 3-3-98). “Si se trata de contrastar la voluntad de diálogo de ETA, habrá que hacerlo” (Josep Piqué 4- 11-98). Y así hasta el infinito… ¡Ay, esa memoria! ¡Gabón zoriontsuak eta urte berri on! ¡Feliz Navidad y año nuevo a todos…!