La reciente cumbre de la Comunidad Europea en Granada contempló en su agenda la futura ampliación de los países solicitantes -según “méritos realizados”-, así como de la mejora de repartición de migrantes sin permiso, mediante una solidaridad compartida con pautas. La tragedia migrante es fruto de las pésimas acciones gobernamentales y corrupción alarmante de sus dirigentes. Tanto Europa como las multinacionales tendrían que facilitar el desarrollo sectorial de las naciones subdesarrolladas, por su responsabilidad y pasado colonial. La pasada reunión de la UE supuso una victoria de la línea dura -Hungría, Polonia- en esta Europa de la fortaleza donde se multiplican la presencia de cayucos en Atlántico y Mediterráneo, se cierran puertos... De momento, solo ONG además de algunas administraciones y organizaciones se ocupan del rescate de migrantes.