Los préstamos bancarios normalmente están referenciados al euribor, que es el precio al que se prestan dinero a corto plazo entre los grandes bancos europeos. Día a día informan sobre la media del interés que se aplican entre ellos a diferentes plazos. Normalmente los préstamos están referenciados a la media del euribor al plazo de un año durante el mes anterior. El precio del dinero es el tipo de interés que aplica el BCE a los bancos cuando les presta dinero y sirve como herramienta de control de diferentes parámetros macroeconómicos, entre ellos la inflación, abriendo y cerrando el grifo... El BCE ha vuelto a subir ese precio en un 0,25%, según declara su presidenta para contener la inflación. Y nuestros préstamos están referenciados al euribor, no al precio del dinero del BCE. El euribor no lo controla el BCE, sino los grandes bancos, y el BCE está, en muchos casos, al albur de lo que hacen los banqueros en momentos como el actual. Vemos cómo todos los bancos están publicando crecimientos bárbaros de sus beneficios en el primer semestre del año y aplicando el aumento de las cuotas de los préstamos de la ciudadanía sin ningún tipo de escrúpulo ni rubor. ¿Por qué el Gobierno no regula cuanto antes las subidas de las cuotas de préstamos que están referenciados al euribor? ¿No sería la mejor manera de que esos superbeneficios bancarios, en ocasiones de récord, fueran directamente a paliar en parte la inasumible subida de cuotas de préstamos de los consumidores?