Debido a situaciones precarias en mi salud, últimamente he tenido que visitar varias veces el ambulatorio y el hospital de Galdakao y ser atendido por cardiólogas y cardiólogos, hematólogas y hematólogos, cirujanas y cirujanos... creando un extenso currículum de mi vida en dichos centros y creo que es mi obligación opinar y comentar sobre mi satisfacción durante la estancia en estos centros. He sido atendido dignamente como se atiende a un niño recién nacido, con eficacia, paciencia, consuelo, cariño y una transmisión psicológica que me han salvado la vida puesto que en varias ocasiones, por todo lo que estaba sufriendo, yo abandonaba todo tratamiento y deseaba sucumbir y pasar a mejor vida. Por todo ello, mínimamente debo mi reconocimiento y agradecimiento a todos los médicos y médicas, enfermeras y enfermeros y auxiliares y demás personal que han participado para suprimir mis dolores y lograr mi bienestar -me reservo los nombres-. Yo digo lo mío pero seguro que son iguales con todos los pacientes: son unas y unos profesionales y su comportamiento es inherente con su vocación y humanidad y que solo así se puede conseguir tal nivel de atención al paciente. Invito a que sigan manteniendo el mismo rango e ir mejorando que siempre se puede. Así mismo, mis felicitaciones a Osakidetza por sus gestiones en lograr personal tan profesional para un trabajo tan delicado, que muchas personas tal vez lo ignoren pero los que hemos sufrido sí que lo sabemos. Eskerrik asko guztioi.