El lunes finalizó la edición 53 de la Feria de Escritores Vascos de Bilbao, donde se pusieron en evidencia, la gran afluencia ciudadana y el buen estado que goza la industria editorial en Euskal Herria. Sin la influencia de libros, lecturas, gustos u opiniones, se cae en el fanatismo. Complementaron este certamen memorias colectivas e individuales, temáticas y textos variados. El paleontólogo José Luis Arsuaga y el idazle Unai Elorriaga fueron galardonados con la pluma de plata. Escritores en euskera y castellano Anjel Lertxundi, Toti Martínez de Lezea, Juan Blas, etc. enriquecieron la Feria. El rollo de papel, según la escritora Irene Vallejo -El infinito es un junco- “supuso un avance en la historia del libro”. La actual aparición de textos electrónicos, tabletas y pantallas, ofrecen información e inmediatez, pero son antitéticos a los antiguos manuscritos, porque no ofrecen reflexión. Se trata de hallar un equilibrio entre pantallas y libros.