Me gustaría visibilizar que en nuestra sociedad existen una serie de religiones y sectas que destruyen al individuo con ciertas creencias y modificaciones en la conducta en cuanto se refiere a su persona. Es importante no caer en la trampa de estas personas que aparentemente ofrecen ayuda espiritual de una vida eterna y del alma con prácticas esotéricas y en algunos casos con la ingesta de drogas y técnicas que dejan una alteración de la conciencia en el individuo, alejándolo de su realidad y su familia, y priorizando la secta o la comunidad religiosa. La solución está en la individualidad de la persona y su valor como persona escuchando a su corazón y su razonamiento y ante todo su voluntad. En nuestra sociedad no se puede permitir que estas mafias se aprovechen de la vulnerabilidad de ciertas personas.