Dicen que en trance de muerte, uno ve pasar ante sí el resumen de su vida en un instante. Así de rápido pasa un misil. Así de veloz roba la vida... Conviene aclarar que Rusia no es la invasora de Ucrania, sino el partido mayoritario, centrista, nacionalista y conservador -Rusia Unida- que lidera el sátrapa Putin. El apetito expansionista de Vladímir es inagotable y la ocupación solo es parte de otros objetivos ocultos. Visité, hace años Odesa y Kiev, y hoy se me arruga en corazón. La polisémica idiosincrasia ideológica y emocional de la mayoría de los ciudadanos ucranianos: rusos, medio rusos, ucranianos pero con matices, solo ucranianos... resulta muy complicada. Pero el verdadero problema de Europa es Putin. El invasor inclemente, cruel y fratricida es Putin. El lagarto que no va a soltar las presas Ucrania y Crimea, donde tiene base gran parte de la flota rusa del Mar Negro, es Putin. Resumiendo, el agresor es Putin y la agredida es Ucrania y la libertad. La ignominia de bombardear población civil no es nueva. Bombas atómicas ya babosearon toneladas de muerte sobre Hiroshima y Nagasaki, y no fue Rusia. Y Catar, cuya interpretación de los derechos humanos es altamente preocupante, va a acoger el Mundial 2022. Y nuestros fascistas de andar por casa, cuya ignorancia política es insuperable, vomitan locuras sin respetar nada ni a nadie. ¿Putin comunista? Dinámica de bulos y odios... "Hay un placer mayor que matar, y es dejar vivir de una puñetera vez, a unos y otros...”.