Escribo como médico que fui del hospital de Basurto durante 37 años y como paciente de los Servicios de Cardiología y Cirugía Cardiaca desde hace 32 años. Quizá viva, entre otros factores, por la rapidez de mi traslado a Basurto desde donde me encontraba. Si a mi traslado en aquel momento se añaden 10 kilómetros más, por una carretera que todos conocemos lo transitada que es, a lo peor no estaría escribiendo ahora. Ahora para mis reconocimientos periódicos puedo ir y volver andando; con el traslado esto sería imposible. Perdería calidad de vida. Todo esto que estoy contando en primera persona lo suscribirían la casi totalidad de los pacientes que seguimos acudiendo a nuestro hospital. Precisamente por esto emplazamos a nuestros representantes políticos municipales para que tomen este asunto como suyo propio. Aprovecho esta ocasión para agradecer a los servicios cardiológicos hospitalarios, el trato inmejorable que conmigo han tenido. Confío en su conocimiento y criterios científicos mucho más que los esgrimidos criterios organizativos, por parte de la Consejería de Salud. Cuando la noticia de la desaparición del Servicio de Cirugía Cardiaca de nuestro hospital ha saltado a la calle, la respuesta de los ciudadanos ha sido explosiva. Nada menos que 28.298 firmas se han recogido tratando de impedir una decisión que pensamos equivocada. Está a punto de tomarse una de las decisiones, médico, quirúrgica y científicas más importantes para Bilbao y sus habitantes. No olvidemos que esta decisión afectaría también a la versión universitaria y formativa del propio hospital y de los futuros estudiantes de la anexa Facultad de Medicina que se va a construir. Con lo cual la categoría de Hospital Universitario quedaría menoscabada irremediablemente si no se remedia. Animamos a todas las partes implicadas a un estudio sereno y concienzudo de la situación. Ya somos más de 31.000.