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Cartas al director

Al carbón

Al carbón

Dentro de poco el carbón va a ser verde, no negro, según van las cosas en la Comunidad Europea. Parece una broma pero no lo es. El Gobierno francés, con el señor Macrón a la cabeza, quiere que los europeos subvencionemos sus centrales nucleares y para esto ha tenido la feliz idea o la desfachatez, mejor dicho, de conseguir que la Comisión Europea proponga a las centrales nucleares como energía verde y así se soluciona el problema, entre otros, del precio de la luz cara. Este político que presume de liberal moderno que ha estudiado a Hegel, un filósofo alemán del que tomaron ideas desde Marx hasta Hitler; algo así como Sócrates del que fueron discípulos desde el idealista Platón al lógico Aristóteles, el escéptico Euclídes, el aventurero de la política Alcibíades y hasta un general y profesor como Jenofonte. Lo que no justifica que nos quiera tomar el pelo. No confunda a la ciudadanía, señor Macrón. Decir que las centrales nucleares son energía verde es como decir que el carbón es amarillo, como el oro. No. Es negro.