Hace un mes más o menos le envié una carta a la señora consejera Nekane Murga, donde le explicaba mis problemas con el copago farmacéutico, para poder acceder a una pomada que me cuesta 27,84 euros al mes. Le hacía ver mi falta de recursos económicos para poder acceder a la misma y le solicitaba, como consejera que es, ayuda. Creo que su misión es dar respuesta a todo paciente y ciudadano, ayudarle para que pueda recibir el tratamiento, prescrito, no lo olvide, por un profesional médico. Hoy es el día en que no he recibido ninguna ayuda, ninguna llamada, ninguna solución a mi problema. Hoy es el día en que mi pomada sigue en la farmacia por no poder acceder a ella. ¿Hasta cuándo, señora consejera, hasta cuándo voy a tener que esperar que me conteste, que me ayude?