Este miércoles, asistí junto a familiares más cercanos a la gala que los socios, enfermos y allegados de la Asociación de Parkinson Bizkaia, Asparbi, habían convocado en el Auditorio de Euskalduna, en celebración por su 25 aniversario. Con una asistencia nutrida de personalidades y afectados que llenaron su aforo, resaltó sobremanera su impulsora y presidenta doña Begoña Díez, mujer valiente, luchadora y perseverante quien, aprovechando la presencia de los máximos responsables políticos en Bizkaia, intentó recordarles los compromisos de ayuda de ampliación de las instalaciones de Asparbi, entre las que se encontraba albergar una cancha para el boxeo, cuya actividad, al parecer, propicia el bienestar diario de sus enfermos. Escuchamos, de boca de los asociados, las actividades que a diario, se desarrollan en el centro (clases de rehabilitación con logopeda, consultas psicológicas, con participación en actividades: yoga, gimnasia, musicoterapia o masaje corporal...). Sus profesores, activos combatientes y enérgicos navegantes contra su adverso viento, dan diariamente muestras de su convicción en la recuperación de sus pupilos, o cuanto menos, de la mitigación de los efectos de la enfermedad. Además de su mentora, acompañada de su preceptor el doctor Zarranz, médico especialista en enfermedades neurodegenerativas del hospital de Cruces, catedrático de Neurología y Neurofisiología de la Facultad de Medicina de la UPV/ EHU y autor de diversos libros y ponencias sobre las enfermedades neurodegenerativas, sobresalió su meritorio coro que, a través de sus canciones, deleitó a los presentes. Así, con un nudo en la garganta, escuchamos, entre otras, la canción del Dúo Dinámico Resistiré, estandarte y guía de la asociación... Que no nos abata la nostalgia; sí, en cambio, la alegría, el calor, ayer, compartido, es difícil olvidar. La Asociación de Parkinson de Bizkaia tiene, a partir de ahora y para siempre, sus defensores.