Sábado 9 de febrero. De fin de semana en Cantabría. No lo empezamos demasiado bien cuando la Guardia Civil nos da alcance e invita a arrimarnos al arcén. Pecado: no detenernos en un paso de peatones de una minúscula población en que 2-3 peatones charlaban en la acera sin clara decisión de cruzar. Control de alcoholemía y multa de 200 euros de nada en nombre del orden y la ley para que “este tipo de acciones dejen de suceder algún día” en boca del avispado agente de verde. “Y vaya usted tranquilito que pueden ser 4 puntos”.

Sábado 23 de febrero. Fin de semana en Gasteiz. Nosotros mismos, peatones en esta ocasión a pie de acera con clara intención de pasar: no uno, dos coches de la Ertzaintza rebasan el paso de cebra a una velocidad de 20 km/h, esto es, sin ningún tipo de luces, alarmas ni prisas. “Porque sí”, “porque somos nosotros”, porque aquí y allí la autoridad a veces también hace lo que le da la gana. Otras veces impone el orden y la ley. Gran país..