Las aventuras del presidente del BBVA, Francisco González, con el comisario Villarejo, cuya consecuencia dicen que es el bajón en las cotizaciones de las acciones del Banco, que es más del 30%. Según he leído, Villarejo es un policía que se juntó con una docena de policías, todos ellos corruptos, todos dañinos, dedicados a las escuchas telefónicas, y sacan provecho de esas escuchas. Villarejo ahora que está en la cárcel no da miedo, ahora nos da miedo Francisco González que debe estar en el rollo, presuntamente. En España nadie se ha enterado, FG está en la calle, los dañados que han sido seguidos por Villarejo no les ha molestado, ni del Ministerio del Interior ni del banco, ni de la Fiscalía. El BBVA ha nombrado a FG presidente de honor al jubilarle, y se podrían quitar lo del honor. Los accionistas están cabreadísimos por las pérdidas, y FG encima tiene sus ochenta millones depositados en un Banco extranjero.