Hace pocas semanas tuve ocasión de leer en un medio de comunicación vasco un artículo de opinión del señor Gorka Moreno (director de Ikuspegi-Observatorio Vasco de la Inmigración) sobre las pensiones y los pensionistas. En el mismo, dicho señor considera que los pensionistas vascos somos algo así como una casta de privilegiados. Traduciré del euskera: “Tienen un alto nivel de protección”, “La mayoría poseen una alta remuneración”, “Los jóvenes con bajos sueldos son los que pagan a los pensionistas sus altas jubilaciones”, “Los descuentos que se hacen a los jubilados no son justos”...

El que esto firma percibe una pensión neta de 1.500 euros, de la que viven tres personas. Todo un lujo para el señor Moreno. A usted, como director de Ikuspegi, le parecerá más razonable que un recién llegado a Euskadi -sin apenas cotizar a la Seguridad Social- cobre 1.000 euros de RGI que no que un pensionista con 43 años cotizados cobre 1.500 euros. Sin duda, aplaudirá también la mísera subida del 0,25% de nuestras pensiones que nos anunció por carta la señora Fátima Báñez, otra que por lo visto piensa como usted. Demasiado bien vivimos los pensionistas, que hasta disfrutamos con los viajes del Imserso (los que se los puedan permitir), ¿verdad señor Moreno? No creo que su situación económica y la mía sean comparables. Respeto la suya pero, por favor, no se ría de la mía.