Efectivamente, era una marea gris la que transcurría a lo largo de la calle Buenos Aires y la Gran Vía, hasta desembocar en la plaza Moyúa. ¡Sí! Éramos los pensionistas con nuestros mechones o pelo gris, cansados de que continuamente nuestros políticos nos empujen al borde de la pobreza. Una marea gris cansada de que después de muchos años trabajando y cotizando, nos encontremos con unas subidas de pensiones indignantes y humillantes.
La manifestación de ayer, fue una manifestación espontánea, sin la contaminación de partidos políticos que nos congelaron las pensiones en 2011 o que nos ningunearon el 1,9% en el años 2012 o las subidas de miseria del 0,25%, posteriormente. También hemos estado libres de contaminantes sindicales y si la ha habido ha sido mínima o inapreciable.
Que sepa el Gobierno que la marea gris está y estará viva, que seguiremos en la lucha por unas pensiones dignas, además de recordar a toda la clase política que las primeras elecciones serán en el año 2019.
“Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo”, dijo Abraham Lincoln.