Rebelión de Catalunya
En el año 1640 empezó un periodo clave para Catalunya. Durante ese medio siglo crecieron las necesidades económicas y militares de la monarquía castellana. En el año 1624 el Conde Duque de Olivares propone constituir la unión de armas. Catalunya debía contribuir con 16.000 hombres, las Cortes de Cataluña rehusaron cualquier tipo de colaboración. De esta forma la desavenencia entre la Corona de Aragón y Castilla dio paso al enfrentamiento directo de Catalunya y el monarca (Felipe IV).
La guerra con Francia llevó al Conde Duque a instalar el ejército en Catalunya, lo que extremó las tensiones entre unas tropas consideradas extranjeras y la población civil. Las revueltas campesinas fueron al comienzo de naturaleza antiseñorial; pero la nobleza catalana supo desviar esos objetivos y sumarse a la protesta a través de un movimiento interclasista, que apuntaba a la política de Madrid como causa de todos los males. La entrada en Barcelona de medio millar de segadores el 7 de junio de 1640, festividad del Corpus Cristi, dio pie a terribles incidentes en ese Corpus de sangre que costó la vida al virrey, Conde de Santa Coloma. A los gritos de muirenelstraidors y visca la terra, los amotinadores abrieron el primer capítulo de una guerra separatista -la llamada Guerra delssegadors- que habría de durar hasta 1652.
En un principio, Pau Claris, máxima autoridad del principado, intentó que Catalunya se constituyera en república independiente, pero la presión castellana obligó a los catalanes a requerir la protección de Francia. La sustitución de Felipe IV por Luis XIII no resolvió el problema.
La ayuda de Francia fue escasa y ello facilitó la recuperación de Catalunya por Felipe IV, quien concedió una amnistía general y prometió respetar sus fueros y constituciones. Promesas que se las lleva el viento, porque el 15-01-1716, Felipe V, dictó un decreto, Nueva planta de la real Audiencia del Principado de Catalunya, promulgado en aquella fecha y hecha pública al día siguiente, situó al capitán general como representante del rey. La Generalitat nació a finales del XIV (1376) y murió con los decretos de Nueva planta promulgados por Felipe V, tras y durante la guerra de sucesión (1701-1714).