Algunos siempre se escudan en el voto secreto, que es muy socorrido a la hora de demostrar su valentía, como ha ocurrido en la votación del Parlamento Catalán, respecto a la declaración de independencia de Cataluña, ver como se cambiaba la forma de votar, de electrónico a secreta, con sus correspondientes papeletas y urna de cristal incluida en el Kid, el cachondeo del cambio de votación, “Ora digital, Ora secreta. Ora Pro Nobis”, me recordaba las películas del genial Berlanga.

Sí he echado en falta a la señora quita banderas, quizá en esta ocasión estaría haciendo los baños del Parlamento Catalán, pues no se si es Parlamentaria o señora de la limpieza, dada su rapidez en limpiar lo que le parece. Sí me ha dejado pasmao, con todos mis respetos, ver que no se encontraban en su escaño de senador el señor José Montilla, expresidente de la Generalitat de Cataluña, y el señor Francesc Antich de la Generalitat Balear, quizá fuera como consecuencia de un retortijón, con escape de materia marrón incontenible. Insisto, se me hizo raro el que no estuvieran a la hora de votar el 155, pues su aspecto es de “aguerridos y vehementes” senadores.

La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos”(Louis Dumur).