La vida es una sucesión, una “uerte de tiempos convulsos. Si miramos atentamente a nuestro alrededor, veremos que aunque si bien nos “sonríe” con familia, amigos o con relaciones sociales mas o menos buenas, las palabras o las acciones de nuestro entorno muchas veces nos sorprenden con algo con lo que no habíamos contado y aquello o aquellos en los que creiste decepcionan de alguna manera las expectativas que te habías creado. Dicen que cada persona que pasa por nuestra vida nos va dejando algo de si y se lleva un poco de nosotros, y no es casual que esto nos suceda? pero precisamente un mundo cada mas deshumanizado es donde es preciso estar mas que nunca ser coherente con lo que pensamos y hacemos. Si no honramos nuestras palabras, no nos honramos a nosotros mismos. Si somos coherentes, seremos autenticos y eso nos hara respetables ante los demásy ante nosotros mismos. Honremos pues la vida y las palabras.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
