Estos días se publica la propaganda del circo instalado en el Parque Etxebarria. Al ver esta publicidad del circo, no puedo evitar el recordar mi admiración desde niño por el circo, espectáculo fascinante y mágico; hasta tal punto era mi pasión por ellos , que siendo un crío allá por los años cincuenta, cuando llegaba uno de estos a mi ciudad, en época de vacaciones escolares, no salía de su entorno, llegando incluso a trabajar en algún circo ambulante vendiendo caramelos, para sentirme más próximo al espectáculo circense. Me apena leer el que diferentes partidos, traten de prohibir la exhibición y actuación de animales. Para los niños siempre ha sido y será una ilusión ver a los distintos animales que forman parte del espectáculo; todos sabemos que el trato que se les da es exquisito, que gracias a los circos se conservan ciertas especies en periodo de extinción, que en muchos sitios de la geografía española es la única manera de ver in situ un animal salvaje, que de no ser por los espectáculos circenses sería imposible. Por favor, no aniquilen el circo, no lo arruinen, dejen que muchas familias sigan viviendo de este gran espectáculo, déjense de prohibiciones, que bastantes tuvimos en este bendito país durante la dictadura de “nefasto recuerdo”.
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