Me acuerdo en este caso del Patrullero 777, gloriosamente encarnado por Cantinflas en su genial película. Pues bien disponiendo en la avenida Abaroa de Lekeitio, frente al mercado de un único espacio libre y sin marcas de prohibición para aparcar en la zona, generosamente marcada, de entrada a la calle Atxabal y la zona marcada y señalizada para carga y descarga, espacio en el que a duras penas entra un vehículo de dimensiones normales un patrullero lekeitarra tiene para mayor gloria, aplicacion y cumplimiento con su cupo de sanciones de multar con 80 euros al vehículo que ocupando ese único lugar libre de prohibición por tocar mínimamente la raya amarilla del espacio de carga y descarga. Digo yo que podría fijarse en todos y cada uno de los vehículos que en las calles adyacentes aparcan en batería invadiendo con la parte delantera la acera, restando espacio a los peatones. Ya en una ocasión anterior presenté un escrito de alegaciones por una sanción igual en este mismo lugar ante el Instructor jefe del expediente sancionador, que reconoció la improcedencia de la sanción. Espero que de una vez por todas la Policía Municipal de Lekeitio unifique criterios de actuación y reconvenga a su aplicado patrullero.
